"Le ocurre desde los 45 años, cuando sufrió una gran descarga eléctrica.
Puede acoger cualquier utensilio metálico en su cuerpo, desde sartenes hasta planchas. Pero también atrae al plástico y al cristal. Casi cualquier material se le pega al cuerpo.
Todo ocurrió cuando tenía 45 años y trabajaba de camarera en una cantina. Sufrió una descarga eléctrica de 160 voltios que, en vez matarla le otorgó esta capacidad.
Cuando los utensilios se le pegan al cuerpo suben de temperatura y es muy difícil de quitárselos. Hay que esperar a que se enfríen para que se empiecen a caer."
Ver aquí.
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