"Muy cerca de la cumbre del volcán Mauna Kea en Hawái, a 3.970 metros sobre el nivel del mar, se encuentra un pequeño lago alpino, el único de toda la isla, que juega un importante papel en la ecología y la cultura locales. El Waiau es considerado por los nativos como una puerta a otros mundos, un lugar que conecta la Tierra con la esfera espiritual. Incluso existe la costumbre de arrojar a sus aguas el cordón umbilical de los niños recién nacidos con la esperanza de que ese «regalo» les traiga a cambio una larga vida. Pero el lago se seca de forma alarmante. Ha encogido de cien metros de anchura y 3 de profundidad en 2009 a menos de 10 metros y unos 20 cm en la actualidad. Se ha convertido en un charco. Su situación no tiene precedentes.
Científicos de la Universidad de Hawai en Hilo y de la Estatal de Idaho han monitorizado los cambios recientes en la geometría del lago utilizando técnicas avanzadas, como el escaneo láser y la fotogrametría, según informan en una investigación publicada en la revista EOS. El Waiau se alimenta de esporádicas tormentas de invierno que arrojan nieve en la de otra forma árida cima. El tamaño del lago fluctúa según las precipitaciones, pero en los últimos años se ha reducido de forma drástica. Los resultados son concluyentes: el volumen actual del lago es inferior al 1% de su valor normal previo a 2010. Prácticamente, ha desaparecido (...)"
Ver en ABC.
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