viernes, 14 de marzo de 2014

Los seguidores de un gurú muerto le meten en un congelador al creer que está meditando

"Ashutosh Maharaj sería uno más entre los gurús inmersos en la meditación que salpican la India inmortal si no fuera por un detalle. Su absoluta inmovilidad facial y su contención del aliento tienen un mérito relativo, puesto que está muerto. Es más, lleva un mes y pico guardado en un frigorífico, como un fiambre, aunque sus devotos más fervientes -sobre todo los que llevan las cuentas- no lo ven así. "Está en un estado de profunda meditación, como otras veces", repiten.
La noche del 29 de enero, tras tener un infarto, este gurú que encabeza un imperio espiritual habría sido declarado clínicamente muerto por tres médicos. Pero su círculo íntimo lo desmiente y llama a sus adeptos de la Divya Jyoti Jagriti -la Misión para la Iluminación Divina- a rezar todavía más para aprovechar las buenas vibraciones de la meditación del maestro.
Como su nombre indica, la secta del meditabundo Maharaj pone énfasis en vislumbrar una luz interior de origen divino. Nada es lo que parece. Un funcionario de su misión afirma que sólo un santo de la categoría del gurú logra una meditación con síntomas tan cercanos a la muerte.
Sin embargo, aun siendo invierno, a los cinco días de fallecido su aspecto se deterioró, su piel se tornó cenicienta y a sus seguidores se les encendió la bombilla: "Como gurú que es, hay que brindarle un entorno similar al Himalaya". Y a la nevera con él, a dos grados (...)"
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