"En la dilatada historia militar del Imperio Británico hemos visto que algunos de sus mandos más eficaces son también los más excéntricos.
Una prueba más de ello la tenemos en la persona de Wayne Keble, capitán del HMS Bulwark, actualmente haciendo unas maniobras de las que no volverá hasta agosto.
Como decimos, el capitán Keble es un capaz capitán de navío con pinta de viejo lobo de mar por cuyas venas corre agua salada y no sangre; un hombre que entiende a su tripulación y que comprende que cada tripulante debe tener un mínimo de libertad para hacer lo que desee ... menos para comer coles de Bruselas.
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