"El escritor Esopo podría haberse basado en la realidad cuando escribió la fábula "El cuervo y el cántaro".
En el cuento, un cuervo arroja piedras dentro de un cántaro para elevar el nivel del agua para poder beberla. La moraleja es que la necesidad es la madre de las invenciones.
Lo que parece fruto de la imaginación del fabulista resulta coincidir con la realidad: un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge y la Universidad Queen Mary de Londres comprobó que los cuervos hacen exactamente lo mismo que en la fábula al presentárseles una situación similar.
Según la investigación, publicada en la revista Current Biology, se puso a un grupo de grajos -aves de la familia de los córvidos- frente a un tubo con agua, en la cual flotaba un gusano. Junto al tubo se colocaron piedras.
Como se ve en el video de arriba, como no llegaban a atrapar el gusano con el pico los grajos comenzaron a meter piedras en el tubo hasta que el nivel de agua subió lo suficiente como para atrapar al gusanillo (...)"
Ver en BBC.
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