"Michael Chapman, de Worcester, Nueva Inglaterra (EE.UU.) se lió la manta a la cabeza y decidió invertir tres meses de trabajo en hacer una casita en el árbol que más bien parece un complejo residencial: 500 tuercas y tornillos, más de 300 metros de cuerda y 14 metros de tubería han sido precisos para elaborar una “casita” de 4 pisos que se eleva los 15 metros de un roble. Ha costado unos 7.000 Euros, lo que nos hace pensar “¡Qué cara está la cuerda en los States!, ¿no?”.
Según Chapman, botánico de profesión, se trata de “un sueño para los niños”. Sin embargo, los vecinos no comparten esa ilusionada afirmación. Según algunos la casa no es segura, según otros nada impide a Chapman tener un puesto de vigilancia desde el cual atentar contra la intimidad de los vecinos, según unos cuantos la casa es decididamente horrorosa y afea el vecindario. Michael cuenta que incluso uno llegó a amenazarle de muerte si no desmantelaba la instalación (...)"
Ver en No puedo creer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario