"El protagonista de la historia, Juan Carlos Bezón, un militar retirado mas conocido como “Pocho”, nació en Minas hace 78 años, y desde hace bastante tiempo está radicado en el balneario Piriápolis, departamento de Maldonado.
Su pasión y su hobby es la pesca. Como tantas otras veces, junto a sus amigos, el miércoles 12 de junio organizaron una salida de pesca al balneario Punta Negra. Antes de comenzar la jornada pesquera, salieron a caminar por la costa, cuando a Pocho le llama la atención una pequeña piedra luminosa con unas pintitas negras. Decide tomarla y llevarla como amuleto. La guarda en su bolsillo izquierdo del pantalón y a los pocos minutos sucede algo inesperado.
Comienza a sentir un calor intenso en su pierna, en la zona donde había guardado la piedra, y cuando mete la mano para sacarla, se produce como una explosión y la ropa comienza a arder. En la desesperación, Pocho utiliza sus manos para apagar la ropa que había tomado fuego. Su mano izquierda sufre quemaduras de 2º grado, mientras que en la derecha los daños son menores y también el calor alcanza a lesionarle la pierna en la zona donde estaba la piedra, que asegura Bezón, “el raro objeto se desintegró” (...)"
Ver aquí.
El Instituto Técnico Forense determinó que la piedra que se desintegró cuando un pescador se la guardó en el bolsillo no era un elemento radioactivo.
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