"Parece muy arriesgado el estudio realizado por un equipo de investigadores británicos sobre el posible descubrimiento de microorganismos extraterrestres en la estratosfera de la Tierra. Son varios los factores que nos indican que podrían estar en un error.
Estos científicos encontraron microorganismos, es decir, vida microscópica, en muestras de la estratosfera terrestre recogidas durante la lluvia de estrellas fugaces de las Perseidas, que se producen entre julio y agosto. Como los microorganismos descubiertos (diatomeas) son demasiado grandes para estar a 27 km de altura si su origen fuera terrestre, los investigadores sugieren que esta vida diminuta provenía de las partículas que dejan los cometas al pasar por las proximidades de la Tierra, que consisten esencialmente en pequeñísimos fragmentos de roca, polvo y hielo.
La realidad es que los cometas no siembran de vida los planetas, es decir, no llevan microrganismos vivos o aletargados. Cierto es que son denominados como los «espermatozoides» del Sistema Solar, pero para que estos antiquísimos cuerpos celestes, que proceden de los desechos de la formación del Sistema Solar y que son reliquias del principio de la formación de los planetas formen vida, o al menos así lo creen multitud de investigadores, dentro de la teoría de la panspermia, hace falta algo más.
Los componentes esenciales de un cometa son hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, magnesio, silicio y hierro. Además, estas sustancias están completamente congeladas, ya que la mayoría de los cometas proceden de la hipotética nube de Oort que se encuentra a unos 2 años luz de distancia y que envuelve como una esfera a todo el Sistema Solar (...)"
Ver en ABC.
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