Esta es la historia de una pulsera maldita, un simple abalorio capaz de oscurecer la existencia de una persona en vez de adornarla. Lo sabe bien la británica Jo Wollacott, de 40 años, cuya vida se vino abajo tras comprar un brazalete de 1 € en eBay hace dos años.
Desde ese momento en que el mensajero llamó a su puerta y se probó la pulsera, su salud mental entró en barrena; tanto que empezó a sufrir frecuentes alucinaciones hasta que finalmente tuvo que ser internada en una clínica mental. Los médicos no podían entender por qué estaba mal y no sabían qué tipo de causa pudo llevarla a ese estado.
Por desgracia, la misteriosa enfermedad de Jo evolucionó a peor y la relación con su novio se rompió, viéndose obligada a dejar también su negocio de diseño de mosaicos. Se endeudó y, como resultado, tuvo que vender su casa y su coche, quedándose en la calle con dos hijas pequeñas.
Después de sufrir graves trastornos de salud durante más de un año, esta mujer decidió un buen día dejar de usar el brazalete y lo guardó en su joyero. No fue sino hasta después de este acto que sus síntomas comenzaron a mejorar.
La pulsera estaba formada por semillas de abrina y se había intoxicado por el contacto continuado con su piel y sus mucosas, al tocarse con los dedos en los ojos o la boca, sufriendo además de alucinaciones, gastroenteritis aguda con vómitos, diarrea, shock e insuficiencia renal potencialmente mortal.
La abrina es un veneno natural que se encuentra en las semillas de una planta tropical originaria de Perú llamada guisante o árbol del Rosario, también conocida como “ojo de cangrejo”, “cordón de Jumbie” o jequirití (Abrus precatorious). Las semillas son rojas y tienen una parte de color negro en uno de los lados, como una mariquita que ha perdido los puntos (...)"
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