"Una amplia gama de medidas convencionales ha sido implementada para reducir y controlar los comportamientos antisociales en diferentes partes del mundo: cámaras de circuito cerrado, órdenes judiciales y sentencias más duras, son sólo algunos ejemplos. Pero ¿podrían los dibujos de rostros de bebés y otras técnicas más creativas ayudar a combatir la delincuencia?
Un lugar en Inglaterra nos puede ayudar a responder esa pregunta. Se trata de la calle Greens End, en Woolwich, en el sureste de Londres.
Cuando la noche cae y las tiendas cierran, comienza a develarse un galería de portarretratos de bebés que viven en esa urbanización.
Las obras fueron pintadas por un colectivo de graffiteros, quienes hicieron sus creaciones a partir de fotos enviadas por familias que viven en el área.
Las tiendas de Greens End sufrieron daños dramáticos durante los disturbios y los saqueos que sacudieron Londres en 2011 (...)"
Ver en BBC.
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