"Ocurren muy por encima de las nubes durante una tormenta, a unos 80 kilómetros sobre la Tierra. De repente, unas ráfagas azules y rojas cruzan el cielo. Solo es un instante, una milésima de segundo, por lo que es muy fácil que resulten imperceptibles a no ser que uno tenga la suerte de estar mirando directamente a ellas. Su nombre responde a su misteriosa esencia. Se les llama «duendes» de las tormentas y se cree que pueden estar detrás de algunos avistamientos de ovnis. En realidad, se trata de fenómenos eléctricos muy luminosos, generalmente con forma de zanahoria o columna. Además de su espectacularidad, pueden encerrar más de un secreto, ya que los científicos creen que estos «fantasmas» suponen una ventana abierta a la composición de nuestra atmósfera y a la aparición de la vida.
Los «espíritus» son tan difíciles de capturar en vídeo, que los pilotos de avión -la forma más fácil de encontrárselos es sobrevolarlos durante una tormenta- han asegurado haberlos visto durante casi un siglo antes de que los científicos de la Universidad de Minnesota los atraparan accidentalmente con su cámara, en julio de 1989. Desde entonces, investigadores a bordo de aviones han conseguido fotografiarlos de vez en cuanto, pero sigue siendo difícil filmarlos metódicamente. En 2010, fueron grabados en vídeo de alta velocidad por primera vez en Europa. Y un grupo de científicos, con la ayuda de la televisión japonesa NHK, los buscó con regularidad durante dos semanas en el verano de 2011 (...)"
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