"El fotógrafo Todd Terwilliger llama a esta imagen “Skull Flower,” por razones que deben ser obvias.
Su semejanza con un cráneo humano es, por supuesto, pura coincidencia – sin embargo, el impulso de nuestras mentes para registrar esta planta como una pieza de anatomía humana es casi imposible de resistir. Pero ¿por qué?
La respuesta de una sola palabra, como algunos de ustedes saben, es “pareidolia”. Pero esto es lo que usted no sabe: esta semana los científicos presentaron algunas de las pruebas más convincentes hasta la fecha de que este fenómeno psicológico está mediado por una región del cerebro conocida como el giro fusiforme. ¿Cómo encontraron este culpable? Simple: sacudiendo esa parte del cerebro con electricidad, y viendo cómo la percepción se su sujeto de prueba licuaba la realidad en absurdas flexiones de la mente.
Pero nos estamos adelantando. Quienes están familiarizados con la pareidolia puede pasar a la neurobiología y por debajo de la fusión de la mente – pero para los no iniciados, ¿qué es exactamente esta pareidolia?
Ver lo que no existe
Básicamente, los humanos tenemos este hábito persistente de extraer lo que creemos que es información significativa de estímulos claramente insignificantes. Así conseguimos Jesús en tostadas, y por qué encontramos objetos familiares en cúmulos de formas. Otros ejemplos abundan (...)"
Ver en Marcianitos Verdes.
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