"El Ejército tuvo que prescindir de un soldado de Cereté, Sucre, porque creen que él atrae los rayos. Esta mañana su familia lo enterró, porque cree que así se descarga, ha sido impactado en cuatro ocasiones.
Alexander Mandón era feliz siendo soldado del batallón de Infantería Rifles en Cartagena, y lo fue hasta el pasado mes de septiembre cuando le cayó un rayo.
Al principio quedó contento porque no se murió, pero luego, también patrullando, le cayeron otras dos descargas eléctricas a él y junto a su pelotón. “Cuando el primer relámpago yo estaba bien, pero ya después no supe más”
Su comandante, asustado por las cargas eléctricas que poseyeron al joven militar, (porque quedó cargado) decidió evitar una electrocución y lo retiró.
El soldado fue mandado a su casa en Sampués, Sucre, donde casi no llueve para evitar problemas… y cuando pensó que había escapado de los rayos y las centellas, otra descarga electrostática lo encontró.
El muchacho quedó tembloroso y le cambió el peinado. Lo llevaron al médico, y el científico solo encontró una solución… Enterrarlo vivo para descargarlo, pero con la cabeza por fuera y en pantaloncillos para que quedara con polo a tierra y se le saliera la corriente que lo atormenta desde el 13 de septiembre de 2012.
Pero el primer intento falló. Alex quedó con el estallido plasmático en las entrañas.
Ya le advirtieron a Alexander que se volvió un pararrayos y que si no lo entierran, le vuelven a caer otros 100 mil voltios en la cabeza.
Mientras se descarga, Alex prefiere quedarse en la casa y alejarse de las ventanas por si llueve."
Visto aquí.
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