"Una mujer ha quedado con un pasador metálico de dos pulgadas de largo que sobresale de su codo, después de una operación fallida del hospital.
Y cuando Mary Goodswen, de 59 años, se quejó de la cirugía en el hueso roto, le dijeron que tendría que esperar un mes para que lo arreglen.
Los doctores incluso sugirieron pegar un trozo de corcho en el extremo, para evitar accidentes mientras ella espere que lo quiten (...)"
Ver en Solitario George.
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