"La policía de Japón anunció que “una mujer china que había sido deportada fue capaz de reingresar al país porque alteró sus huellas digitales sometiéndose a cirugía plástica”.
En el aeropuerto de Kansai, la mujer puso sus huellas digitales alteradas, logrando burlar los controles biométricos que cotejan las huellas de los pasajeros con deportados y fugitivos.
Se logró detectarla cuando fue detenida por fingir un casamiento falso con un japonés y le descubrieron las cicatrices en sus dedos.
Mainichi Daily News, informó que “entre enero y octubre de este año un total de ocho asiáticos fueron acusados de intentar ingresar al país de forma ilegal alterando sus registros biométricos”, que son detectores que identifica a la persona por sus rasgos físicos o de comportamiento, reconocimiento de rasgos faciales, del iris del ojo o huellas de los dedos.
Autoridades policiales de Tokio presentaron cargos ‘contra Lin Rong, de 27 años, en noviembre pasado, por viajar con un pasaporte falso. Había sido detenida por simular un casamiento con un japonés de 55 años’."
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