"Sarah y George fueron separados por el divorcio de sus padres en los 70 y nunca más supieron del otro. Se contactaron en un sitio de citas y luego de tres meses de mails decidieron conocerse. Al hablar de su infancia descubrieron el parentesco.
Iba detrás del amor de su vida, de alguien con quien compartirlo todo y disfrutar. Y, acorde a los tiempos que corren, decidió emprender ese viaje a través de Internet. Lo que nunca imaginó es que esa búsqueda le traería otro amor, uno perdido hace 35 años: su hermano.
Sarah Kemp de 42 años viajó desde su hogar en Edimburgo hasta Londres con el corazón a flor de piel, dispuesta a enamorarse de George Bentley, un británico como ella al que conoció en un sitio de citas online.
Sarah y George habían comenzado a escribirse mails y a intercambiar fotos e historias después de que se contactaran vía web. "Era como si nos conociéramos de toda la vida", dijo ella sin advertir en ese momento todo lo que tenían en común.
A los tres meses, ambos decidieron dar un paso más y conocerse. Se citaron por primera vez en Londres. Durante el almuerzo comenzaron a hablar de su infancia y entre recuerdo y recuerdo se dieron cuenta que ya estaban unidos, pero por otros lazos: eran hermanos (...)"
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