"Una gata de cinco orejas está en el vórtice de un triángulo de amor bizarro formado por otros dos gatos “multiorejados”. La gata Luntia fue adoptada por el biólogo Vladímir Obrívkov, de Vorónezh, parte central de Rusia, quien ha rechazado en su nombre la posibilidad de cruzarla con un gato turco de tres orejas para preferir en cambio a un pretendiente de más orejas (cuatro) y, sobre todo, nacional. El científico pretende comprobar en su gata las leyes genéticas de Mendel, según las cuales los mininos resultantes tendrán cuatro orejas de media.
El propietario del gato turco de tres orejas se puso en contacto con Obrívkov al enterarse de la anomalía de su gata, dos grados superior a la de su felino. Sin embargo, el hombre decidió que tal relación era “poco patriótica”:
“Me llamó una mujer de Turquía. Dijo que un médico veterinario, amigo suyo, adoptó a un gatito de tres orejas. Pensé que sería poco patriótico cruzar la gata rusa con un felino turco y rechacé la propuesta”.
Sin embargo, Luntia está abocada a una relación “para quedar y lo que surja” con Lúntik, el gato de cuatro orejas de Vladivostok, en el oriente ruso (cualquier relación entre el anormal número de orejas y Chernobil es pura coincidencia). El científico, que reside en Vorónezh, en Rusia central, confía en que los dueños del Lúntik le envíen vía aérea a Moscú:
“Sería muy bueno que los amos de Lúntik lo envíen por avión a Moscú, donde lo recibiría y lo alojaría unas semanas en mi casa. Una vez cumpla su misión de macho, lo mandaría de vuelta a Vladivostok. Sería muy interesante ver la descendencia de Luntia y Lúntik” (...)"
Ver en Strambotic.
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