"Hace aproximadamente un año, astrónomos aficionados ponían en un brete a la Fuerza Aérea de Estados Unidos al descubrir la órbita de un misterioso avión espía llamado X-37B, apodado «baby-shuttle», que las autoridades se habían esforzado por mantener en el más riguroso de los secretos. Tanto que ni siquiera se sabía con certeza cuál era su misión. Ya sea por simple curiosidad o como un reto de inteligencia y perspicacia -¿a quién no le emociona ser capaz de desafiar al Pentágono?- ciudadanos anónimos con la única arma de sus telescopios no solo fueron capaces de encontrar la nave en el espacio sino que, además, publicaron imágenes y vídeos en internet. Ahora, la historia vuelve a repetirse, aunque los satélites espía fotografiados son aún más. Los autores son los astrofotógrafos franceses Thierry Legault y Emmanuel Rietsch, unos auténticos cazadores de fenómenos astronómicos que también atinan a descubrir en el cielo lo que los gobiernos intentan mantener oculto en todo momento (...)"
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