jueves, 26 de julio de 2012

Una madre enfrentándose con un crucifijo al secuestrador de su hijo

Esta imagen bien podría tratarse de un fotograma de una película de vampiros, pero es real como la luz del sol. Ocurrió hace apenas 5 días en Ciudad Quezón, en Filipinas, y muestra el preciso momento en que una mujer se encara con un perturbado que, mostrando los dientes y los ojos desorbitados, llevaba ocho horas con un punzón picahielo en la garganta de su joven rehén, en un calvario que parecía que sólo podía terminar en tragedia.

Pero a pesar del terrible peligro para la vida del niño de nueve años de edad, Mark Jason Pineda, la valiente mujer se mantuvo sorprendentemente tranquila y fue capaz de acercarse con su crucifijo para distraer al secuestrador, calmándole y ofreciéndole una botella de agua (no bendita, pero fresca), lo que a la postre permitió la entrada la Policía y la detención de Reimer Parparan, de 24 años (...)"
Ver en Strambotic.

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