"Trabajan como médicos y abogados de día, pero de noche acechan como vampiros. Aunque puede que no quieran chuparte la sangre, hay muchas víctimas dispuestas, según un académico estadounidense que estudia una subcultura que emula a los no muertos. Seguir leyendo el arículo
El sociólogo de la Universidad del Estado de Idaho D.J.Williams, que acaba de ser contratado como asesor para un documental de televisión sobre los "auto identificados como vampiros", señala que los acólitos modernos de Drácula buscan relaciones consensuales de intercambio de sangre.
La fascinación popular con los vampiros se remonta a la publicación en 1897 de la obra "Drácula" de Bram Stoker, y libros posteriores como "Las crónicas vampíricas" de Anne Rice.
Pero el fenómeno ha explotado en los últimos años con la serie de novelas superventas "Crepúsculo" de Stephenie Meyer, y su adaptación al cine. El personaje del seductor vampiro Edward Cullen, interpretado por el actor Robert Pattinson, se convirtió en un ídolo adolescente y puso de moda a los vampiros.
Esta locura por los vampiros ha generado una subcultura internacional muy relacionada con los rasgos asociados con estas criaturas fantásticas. Se cree que son seres seductores que no temen explorar el lado oscuro de la naturaleza humana, habitualmente enmascarada por el bien de la aceptación social (...)"
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