"Las calles de Kabul raramente tienen nombre o números. ¿Cómo hacen entonces los carteros para entregar una carta?
Para un cartero de Kabul, deambular por un laberinto de calles anónimas es una tarea más que desalentadora. Especialmente si se tiene en cuenta que es una ciudad con más de cuatro millones de habitantes, donde cada año se construyen cientos de nuevas calles.
Apenas hay nombres para designar las vías e incluso menos números para las casas. Y la oficina central de correos todavía debe trabajar en la introducción de un sistema de codificación postal.
En una de las oficinas de correo de Kabul vi más de 30 cartas privadas y oficiales. Ninguna tenía una dirección exacta, apenas una serie de vagas indicaciones.
Una de ellas, enviada desde Estados Unidos, simplemente decía: "Hamid Jaan, detrás del palacio Darul-Aman".
Otras cartas tenía instrucciones como "detrás de la mezquita Omar Jan" o "vive cerca de la escuela Alauddin".
"La dirección del destinatario es siempre vaga. Escriben la dirección como si fuera un amigo del mismo", dice Ahmad Omid, quien ha trabajado en la oficina de correos de Afganistán por más de dos años (...)"
Ver en BBC.
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