"Seguro que los padres, cuando le vieron nacer, pensaron: "Joé, mira qué niño más bueno... apellidándonos Hood lo menos que podemos hacer es llamarle Robin, ¿no?".
Hoy, 34 años después de eso, parece claro que los padres acertaron en una cosa: Robin Joshua Hood iba a ser un ladrón, pero fallaron en otra: no iba a ser un ladrón de los buenos, precisamente.
Ahí le tienen, acusado de robo y suplantación de identidad, después de que se encontrara una cartera en el centro de Denver y decidiera que estaba harto de ser Robin Hood (...)"
Ver aquí.
sábado, 20 de febrero de 2010
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