"Una casa congelada está convirtiéndose poco a poco en un icono en la ciudad de Detroit, en EE UU. Gregory Holm, fotógrafo, y Matthew Radune, un arquitecto de Nueva York, han sido los encargados de congelar esta casa con un único propósito: denunciar y llamar la atención sobre la crisis inmobiliaria que vive EE UU y, en especial la ciudad de Detroit, que tiene una de las tasas de ejecuciones hipotecarias más altas del país.
La ciudad ve cómo barrios enteros de la periferia están convirtiéndose poco a poco en cementerios de viviendas abandonadas. Los artistas eligieron una de ellas para llevar a cabo su original puesta en escena.
Esta casa congelada será demolida en primavera y a cambio de este proyecto, sus dos creadores han acordado con las autoridades, que pagarán los impuestos atrasados de otra vivienda para que su propietaria puede vivir allí.
Los creadores de esta idea han puesto en marcha, además, un blog en el que cuentan los detalles sobre esta iniciativa."
Ver aquí.
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