"Los llaman locos, los chiflan y son víctimas de señalamientos de algunos colombianos que piensan que construir una pista de aterrizaje para ovnis en un desierto es algo descabellado y casi imposible.
Alfredo Agudelo y José Antonio Londoño se aparecieron en medio del desierto de La Tatacoa, en Villavieja, un pueblo en el sur del país, pidieron prestada dos hectáreas de terreno y han hecho realidad su sueño: un helipuerto para objetos voladores no identificados que, según ellos, provienen del más allá.
En 2008 llegaron con la idea a la casa de Orfanda Soto, una de las mujeres más viejas del desierto. Y ella, sin pensarlo, cedió en calidad de préstamo un terreno de su propiedad porque dice que ha visto extrañas luces de colores que intentan caer al suelo en las noches y que cree que son ovnis (...)"
Ver en Marcianitos Verdes.
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