"Hace unos días os hablábamos de esos portentos de la ciencia, de esos visionarios cuyo trabajo ha hecho avanzar a la ciencia… y de aquellos vendidos que ganaron el Nobel, esos premios convertidos en puro marketing, en “sabiduría” comercial.
Hoy lamentablemente os tenemos que decir que uno de esos faros de la ciencia se ha traicionado a sí mismo diez años después.
Sí, amigos y amigas:Andre Geim, físico nacido en Rusia pero nacionalizado holandés, ha ganado este año el premio Nobel por sus trabajos con el grafeno, un metal sintético que según Geim y su compañero Konstantin Novoselov ofrece “posibilidades infinitas” de uso.
Una pena que Andre haya caído tan bajo pues en el año 2000 sorprendió a propios y extraños con un revolucionario trabajo titulado “De ranas voladoras y levitrones” en el que se recogía como su equipo había conseguido hacer levitar un anfibio con imanes. Ese genial experimento ganó el premio Ig Nobel de Física del año 2000. Así que la carrera del científico parecía completamente centrada, un camino lleno de éxitos científicos y reconocimientos.
Sin embargo ahora ha pasado lo del Nobel y, francamente, no sabemos qué pensar. Quizá la esperanza no esté todavía perdida y pueda hacer algo con el dichoso grafeno. Quizá usarlo para limpiarse las orejas o algo de eso. Nos negamos a pensar que todo esté perdido."
Ver en Nopuedocreer.
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