No pensé que pudiera pasar algo así, lo reconozco. ¿Cuántas posibilidades hay de que tengas tres hijos en años consecutivos y que nazcan el 08-08-08, el 09-09-09 y el 10-10-10? Imagino que pocas, muy pocas, casi ninguna. Y sin embargo, Chad y Barbara Soper, naturales de Michigan (EE UU) lo han conseguido. Según dicen, todo ha sido casualidad… vosotros juzgaréis.
Tuvieron problemas para concebir desde siempre y cuando nació Chloe Corrin Soper fue un “milagro” para ellos. Tanto, que apenas se fijaron en la fecha. Había nacido el ocho de agosto del año 2008, que escrito no llama mucho la atención, pero si lo pasamos a números (08-08-08) es, cuanto menos, curioso.
Un año después (le cogieron el gustillo, por lo visto), nació Cameron, el 9 de septiembre, 11 días antes de lo previsto. Al parecer, hubo problemas en el parto de Chloe y el médico prefirió prevenir antes que curar. Cuando se dieron cuenta de que sus hijos habían nacido en unas fechas tan particulares empezaron a pensar… “oye, ¡qué curioso!”.
Sin embargo, lo mejor estaba aún por venir. Su segunda hija, Ciera o Kylie (aún no tiene nombre) venía al mundo sana y salva el 10 de octubre, aunque con un poco de susto de por medio. Tuvieron que adelantar el parto nuevamente porque la pequeña tenía problemas en las piernas y haberlo alargado era peligroso, al menos eso dicen sus padres (y yo no tengo por qué no creerlos) (...)"
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