"Todos hemos visto alguna vez en alguna teleserie americana cómo los chavales de un colegio o los habitantes de un pueblo fabrican una cápsula del tiempo para que futuras generaciones sepan cómo era la vida en determinada época.
La verdad es que no sé por qué entierran esas cosas. Debe ser que la gente en EE.UU. piensa que la Tierra va a ser heredada por una raza de topos inteligentes.
Bueno… a lo que vamos: en 1985 los habitantes de Kimberly, Wisconsin (EE.UU.) enterraron una cápsula de esas con monedas, recortes de prensa y una botella de New Coke (que si ya sabía mal en su época os podéis imaginar ahora en 2010…). La idea era desenterrarla este año coindiciendo con los fastos del centenario de la villa.
Muy bien… pues resulta que la dichosa cápsula no está donde debería estar. En 1997 la parte del ayuntamiento donde se enterró fue excavada durante unas obras. Nadie en ese momento se dio cuenta de que el cacharro fue retirado con varias toneladas de tierra.
Ahora es cuando se han dado cuenta y todos y cada uno de los habitantes del pueblo está buscando en descampados, montículos y escombreras con detectores de metales. Sin embargo la fecha crucial se acerca y nadie ha encontrado nada.
Una razón más para confiar en una sencilla obra de la humanidad: la vitrina. Ya me entendéis ..."
Ver en No puedo creer.
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