"Otra fuerte tormenta de arena cubrió ayer el cielo de Phoenix. La pared de polvo alcanzó unos 900 metros de altura provocando vientos de entre 40 y 50 kilómetros por hora, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional norteamericano, informó Elnuevoherald.com.
La gran nube de arena afectó al tráfico en las rutas y dejó a la ciudad casi sin visibilidad, por lo que numerosos vuelos de algunas aerolíneas se retrasaron. La llegada de vuelos también se suspendió hasta que se disolvió el fenómeno.
Otra gigantesca tormenta de arena similar en Arizona ocurrió el 5 de julio pasado. Esa tormenta trajo una pared de polvo de 1,6 kilómetros de altura que afectó los vuelos aéreos, dejó sin electricidad a cientos de personas y convirtió las piscinas en pozos de barro. Los meteorólogos aseguran que estos fenómenos sólo ocurren en Arizona -donde se encuentra Phoenix-, el desierto del Sahara y algunas regiones del Medio Oriente, debido a las condiciones secas y las grandes cantidades de arena."
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