"En el verano de 2008, la policía de Tolima (Colombia) detuvo a un hombre que había intentado huir de un control rutinario de carreteras. Al principio, los agentes no notaron nada raro en su apariencia, pero, al tratar de comprobar su identidad, se llevaron una sorpresa mayúscula: no tenía huellas dactilares.
Según averiguaron más tarde, el individuo se había sometido a una intervención para seccionar las yemas de sus dedos. De ese modo, sospechaban, pretendía 'borrar' su vida anterior en los archivos policiales o, al menos, ocultar su rastro en posibles delitos.
En este caso, fue la cirugía quien diseñó estas 'manos del perfecto ladrón', pero la naturaleza también es capaz de crearlas. Lo sabe bien una familia suiza, muchos de cuyos miembros nacen dese hace generaciones sin ningún tipo de marca en sus dedos, palmas y plantas del pie.
Su caso ha sido analizado por varias investigaciones, que han bautizado el problema como "la enfermedad de los retrasos en inmigración" debido a los problemas que los individuos de este clan experimentan cada vez que intentan franquear determinadas fronteras.
Los estudios exhaustivos sobre la familia han permitido recientemente dar con la causa del problema. Según un trabajo publicado en la revista The American Journal of Human Genetics, la adermatoglifia –denominación científica del trastorno- se debe a una mutación genética. En concreto, un "error" en el gen SMARCAD1 parece ser el origen del curioso trastorno (...)"
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