"Alf Spence, un veterano de la II Guerra Mundial residente en Bedale, North Yorkshire (U.K.), tiene 91 años y es lógico que no pase por sus mejores momentos de visión. Pera también es casualidad que, como él mismo se justifica, “el buzón y el cubo para las cacas de perro sean casi idénticos”. Los dos son de color rojo, tienen la misma forma y están pegados en un poste a una altura similar.
Y, encima, los dos están muy cerca el uno del otro. Así que Alf ha estado echando sus cartas en el contenedor de las caca de perro por error durante dos años. Su hija, Susan May, de 59 años, ya estaba empezando a extrañarse de que no recibiera cartas del abuelo por el cumpleaños de los bisnietos.
Cuenta en la edición impresa del Sunday Sport que “cada vez que le preguntaba a papá si se había acordado de los cumpleaños de los niños me decía: ‘Sí, hay un cheque en el correo”. Como no llegaban pensamos que estaba comenzando a perder la memoria o que, simplemente, nos estaba mintiendo” (...)"
Ver en Strambotic.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario