"Los visitantes de un parque natural en la localidad turca de Izmir no salen de su asombro tras haber visto al nuevo habitante de la reserva: una pequeña tortuga siamesa con dos cabezas y cuatro patas, pero un único caparazón. El reptil fue encontrado detrás de una casa a las afueras de la provincia de Manisa y trasladado de inmediato al centro. Con apenas un mes de edad, el pequeño galápago es toda una extravagancia de la naturaleza.
En 2007, un acuario de Pensilvania (Estados Unidos) ya presentó una critaura similar. El ejemplar, en este caso, poseía una cabeza en cada extremo de su concha. La tortuga tenía, además, cuatro piernas frontales, dos traseras y una concha doble. Al contrario de lo que sucede con otros animales, las dos testas no estaban juntas, sino que se situaban a los dos lados opuestos del corazón.
En 2003, de los 95 huevos que eclosionaron en el santuario de Rantau Abang (este de Malasia) emergió una tortuga siamesa. En 2001, en otro estado del país, apareció una cría de tortuga verde de mar con dos cabezas en una playa de Terengganu (...)"
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