"No todos los tiburones son iguales. De hecho, la vida de un simple escualo puede cambiar en función del mar que habite. Sus instintos serán los mismos y su aspecto exterior parecido.
Pero sólo si vive en el Mar Rojo egipcio puede llegar a convertirse en un presunto agente del Mossad, el servicio de inteligencia israelí, de acuerdo a un político de Egipto.
Los últimos ataques de tiburones en las costas de la ciudad balneario egipcia de Sharm el-Sheikh –que el domingo causaron la muerte de una alemana y días antes habían herido a otros tres turistas- es una de las noticias protagonistas de la actualidad en los últimos días.
Pero Medio Oriente es terreno abonado para las historias conspiratorias. Y ésta tiene los ingredientes adecuados: un país árabe, Israel, una frontera y tiburones asesinos.
Sólo era cuestión de tiempo que alguien "atara cabos". Ese alguien fue Mohamed Abdul Fadil Souza, gobernador del Sur del Sinaí, la región egipcia en la que se encuentra Sharm el-Sheikh.
(...)
"Lo que se está diciendo por ahí de que el Mossad soltó tiburones asesinos en el mar para perjudicar al turismo en Egipto no es descartable, pero necesita confirmación", apuntó Fadil Souza a un sitio web de noticias local.
Este martes, varios medios israelíes se hicieron eco de estas palabras que daban a lo que hasta entonces habían sido rumores locales una dimensión institucional. Como consecuencia, el gobierno israelí tuvo que dar una respuesta oficial.
"Un portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Igal Palmor, dijo a la BBC que 'ese hombre debió ver la película Tiburón demasiadas veces y confunde la realidad y la ficción'", señaló la corresponsal de la BBC en Jerusalén Yolanda Knell.
Otro de los argumentos que aportó la misma fuente para rebatir las acusaciones fue que los ataques de tiburones en Sharm el-Sheikh también pueden dañar al turismo de la vecina costa del Mar Rojo israelí (...)"
Ver en BBC, ABC y El Mundo.
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