"Hace unos días en Hudiksvall, al este de Suecia, una pareja dormía. Sin embargo, ella despertó sobresaltada cuando notó que alguien le estaba lamiendo una parte de su cuerpo.
Era el codo, malpensados…
La pobre mujer, asustada, sorprendió a un extraño que jugueteaba con su lengua en el lugar por donde ella doblaba el brazo. Le faltó tiempo para despertar a su novio, que dormía junto a ella.
Después de, suponemos, un “Eeeeh… ¿gué basa quejtoy dummiendo?” el novio reaccionó y, junto a su pareja comenzaron a increpar al intruso que por su parte, y seguramente víctima de algún exceso alcohólico, no hacía más exigir a los sufridores enamorados que le dijeran quiénes eran y qué hacían ahí.
Finalmente la eficiente policía sueca tomó cartas en el asunto y se llevó al tipo, un joven de 22 años cuyo nombre desconocemos, pero del que sí sabemos que ha sido procesado por allanamiento de morada, abuso sexual y delitos contra la salud pública. En su descargo el criminal ha declarado que sí, que iba borracho, pero que no recuerda haber entrado en la casa de nadie sin permiso.
¿Estamos ante un nuevo tipo de criminal?, ¿qué le pasa a la antes respetuosa juventud sueca?, ¿a qué sabe un codo?, ¿será dulcer,amarguer o Salander? Preguntas sin respuesta que marcan un antes y un después en la historia de la que en un tiempo fue la nación más adelantada del mundo."
Ver en No puedo creer.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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